Sentada en el borde de la noche
crispadas, bajo mis dedos,
froto palabras que nunca escribiré.
Equilibristas de renglones,
se balancean, saltan y me asaltan…
sus aristas abren heridas,
escurren en el borne de mi mano
su sintaxis carnicera.
Sentada en el borde de la noche
escucho cómo gotean
en el silencio del papel.
Privadas de significado,
balbucean la nada.
Sus lenguas diminutas
recorren, rabiosas,
mis labios inmóviles;
buscan, sensibles al latido
la voz que las nombre…
son: las impronunciables.
Sentada en el borde de la noche;
fondo último del abismo,
podrás leerlas
-si quieres-
en el reflejo extremo
de mis ojos aguados,
después de eso…
nunca más.
Sandy 13 04 11
3 comentarios:
Ay Sandy,que manera de gustarme este poema tuyo
Mi reina!!!!!!!!!! Gracias por todo el tiempo que me dedicás!!!!!
espectacular, Sandy, aunque desgarre.
blai
Publicar un comentario