Un centímetro de amor vacío, es lo más parecido a un precipicio. Todos poseemos un milímetro de ternura en el corazón, y yo, para espantar la tristeza, necesitaba arrancármelo desesperadamente. Ignoro cuantos segundos invierto en ilusionarme con cosas imposibles, cuantas horas necesito para no lastimar la vida. De momento, los instantes no me permiten olvidar, que mi alma mide con exactitud todo lo que siento. Tal vez un paseo por estas paginas, consiga descongelarnos la mirada… con el tiempo.
1 comentario:
Ahhhhh,de todos los inviernos me salva tu amparo,pero de tu calor...quien?
Hermoso Jaume.
Te quiero
Publicar un comentario